Sabemos que la salud de las articulaciones y de los huesos cambia con la edad. Las lesiones y las enfermedades también pueden afectar a los componentes valiosos que componen nuestro sistema esquelético. Las deficiencias nutricionales, cambios hormonales, hábitos alimenticios, estilos de vida y problemas de salud heredados son factores que deben tenerse en cuenta. Podemos intervenir en los cambios relacionados con la edad como el desgaste óseo y disminución de líquido lubricante y de cartílago. Recuerda que el líquido ayuda con la flexibilidad y el cartílago proporciona la amortiguación de las articulaciones. La prevención es clave. Haz cambios en la dieta para reducir las pérdidas minerales y para optimizar tus niveles actuales. Haz ejercicio para fortalecer los huesos y mantener la flexibilidad, y llena los vacíos nutricionales con suplementos. Dado que las vitaminas y los minerales trabajan en sinergia, vale la pena considerar un multivitamínico.