El equilibrio de nutrientes que consumimos y el estilo de vida que llevamos pueden tener un impacto significativo en nuestro estado de ánimo y puede convertirse en un círculo vicioso. Normalizar los niveles de azúcar en la sangre puede evitar crear estragos en nuestros niveles de energía, influir en nuestra dieta y en la producción de neurotransmisores y hormonas “felices”. Un neurotransmisor ayuda a que las células se comuniquen entre sí y es esencial para nuestra salud. La ingesta regular de ácidos grasos omega 3, magnesio y vitaminas del grupo B a través de alimentos o suplementos contribuyen a una mente sana. Cuando te sientes triste y ansioso, un suplemento con nutrientes adecuados puede ser una ayuda maravillosa. No te olvides de la importancia del sueño y del apoyo familiar o de amigos.