¿Te cuesta concentrarte? ¿Te distraes fácilmente? ¿Ayudan momentáneamente el café o la bebida energética pero te dejan después en busca de más? A continuación te presentamos los 5 mejores consejos para ayudarte a que mejores la concentración.
Lo que comes
¿Le has puesto diésel alguna vez a un coche de gasolina? Al igual que hay coches diseñados para funcionar mejor con un combustible específico, funcionamos mejor comiendo los alimentos adecuados. La comida tiene una sorprendente capacidad para afectar nuestros niveles de energía, el estado de ánimo y la concentración.
Muchos minerales contribuyen a la función cognitiva como el hierro, el yodo y el zinc. Por lo tanto, debemos comer alimentos que los contengan. Por ejemplo, carne roja, pollo, legumbres, verduras de hoja verde, frutos secos y cereales enriquecidos. Los omega 3 y 6 también ayudan a la función cognitiva, así que come pescado azul como parte de tu dieta o toma un suplemento.
Además de los minerales que te pueden ayudar a mejorar tus niveles de concentración, el tipo de alimentos que consumes también tendrá un impacto. El consumo de productos ricos en almidón de digestión lenta (hidratos de carbono complejos como la pasta y el arroz integral) tiene un menor impacto en los niveles de glucosa en la sangre en comparación con los hidratos de carbono simples, como los alimentos y las bebidas con alto contenido de azúcares refinados. Incluir las proteínas y grasas en tu comida ralentizará la absorción de azúcar y reducirá los picos en los niveles de azúcar en la sangre. El cromo es un mineral que se encuentra en muchos alimentos y mantiene los niveles normales de glucosa en la sangre; la mejor fuente es el brócoli.
Las antocianinas son fitonutrientes que se encuentran en las frutas y verduras de color púrpura y rojo. Son antioxidantes de origen natural que pueden ayudar a proteger contra el daño causado por los radicales libre. La investigación en torno a las antocianinas sugiere que pueden ayudar a la función cerebral. 1, 2, 3.
Hidrátate
La deshidratación puede realmente obstaculizar nuestra capacidad de concentración. Debemos intentar beber 2 litros de agua al día para contribuir a la función cognitiva normal. Ten en cuenta que la cafeína en realidad te deshidrata y que las bebidas con alto contenido en cafeína no cuentan.
Ten en cuenta que las bebidas energéticas tienen normalmente mucho azúcar y más cafeína que el café.
Haz ejercicio
Además de mantener un peso saludable que puede reducir la presión sobre los órganos como el corazón, hacer ejercicio moderado puede ayudar a mantener una presión arterial saludable y reducir el estrés y la ansiedad. Un corazón sano mejora la circulación y puede mejorar el flujo sanguíneo. El ejercicio también puede estimular y liberar hormonas del cerebro como la serotonina, la hormona «feliz», y levantar tu estado de ánimo.
Listas de tareas
La planificación de lo que hay que hacer, la gestión de las expectativas de otras personas (y las tuyas propias) y la visualización de lo que has logrado es una gran manera de ayudarte a concentrarte durante alguna tarea en cuestión. Los ordenadores portátiles y los teléfonos proporcionan una distracción fácil, como consultar el correo electrónico o iniciar sesión en las redes sociales, así que trata de escribir tu lista con boli y papel.
Medita
Dáte el espacio mental para identificar tus factores de estrés, encontrar el tiempo para aprender a ignorarlos y centrarte en la nada (esto requiere práctica), y empieza a tratarlos uno a uno. Esto también puede ayudar a las personas a identificar y hacer frente a sus emociones.
Se cree que las posturas de yoga ayudan a aumentar la circulación de la sangre al cerebro, lo que podría ser la razón por la que existe una asociación entre esta forma de ejercicio y la concentración.
Esperamos mucho de nuestros cuerpos y sólo pueden cumplir con esas expectativas si nos ocupamos de ellos. Dale a tu cuerpo la nutrición necesaria para que funcione mejor.
Referencias:
1. Tsuda, T. (2012), Dietary anthocyanin-rich plants: Biochemical basis and recent progress in health benefits studies. Mol. Nutr. Food Res., 56: 159–170.
2. Bowtell et al (2015) Ageing and Degeneration (Edinburgh, UK)Proceeding of the Physiology Society 33: 20
3. Taylor C et al (2013) Anthocyanins in Health and Disease. CRC Press.
Deja una respuesta