Todos hacemos planes para vivir una vida sana, intentamos llevar a cabo diferentes rutinas y cambios en nuestras vidas, con el fin de cumplir con ese objetivo. Algunos logramos seguir con ellos, pero por desgracia, muchos no duran apenas tiempo, esto es lo que suele pasar con los propósitos de Año Nuevo, ¿qué podemos hacer para que estos cambios duren y se conviertan en un hábito?

Sé claro – saber por qué deseas tener estos hábitos saludables puede ayudar a que sean más fáciles de seguir. Decir que quieres comer más frutas y verduras está bien, pero saber por qué deseas comer así es más útil en los momentos de tentación. Si tienes una razón clara por la que estás haciendo algo, es más probable que lo consigas.

No lo hagas solo – la mayoría de nosotros necesita algún tipo de apoyo para ayudarnos a mantener la motivación. Incluso si llevamos tiempo con los hábitos, todavía puede costar mantenerlos. Por ejemplo, si has estado reduciendo tu ingesta de carne roja, es posible que te estés quedando sin ideas para recetas y te estés aburriendo de tu dieta. Si tienes un apoyo que incluya a personas y fuentes de información, puedes compartir experiencias e ideas y te puede ayudar a seguir con tus hábitos sanos.

Haz que sea agradable – tiene sentido, si no te gusta hacer algo, entonces no vas a seguir haciéndolo. Por lo tanto, si has decidido que vas a mejorar tu estado físico y estás tratando de ir al gimnasio varias veces por semana pero eres alguien que odia ir al gimnasio, es probable que te resulte muy difícil. En cambio, si optas por participar en un deporte o actividad que te guste, es más posible que continúes haciéndolo.

Toma perspectiva- si te cuesta mantener  hábitos, dar un paso atrás y mirar los obstáculos que tienes puede ser la solución para ayudarte a ti mismo. Por ejemplo, si estás tratando de beber más agua cada día y lo encuentras difícil cuando estás en el trabajo, dar un paso atrás y observar la situación, puede resultar en que quizás,  es porque no hay agua cerca. Una vez que te des cuenta de esto, puedes empezar a llevarte agua al trabajo.

No seas duro contigo mismo cuando vas por el mal camino y permanece orgulloso cuando lo haces bien- Si tienes un desliz es mucho mejor perdonarse a sí mismo y ponerse de nuevo en marcha. Tómate tu tiempo para considerar las razones por las que puede haber ocurrido y trata de aprender de ellas. Recuerda  la expresión «aprende de tus errores y sigue adelante». Dáte un premio cuando lo hagas bien-  un baño relajante o un poco de mimos son buenos para mantener la motivación.

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