Cómo Acordarte Mejor

Últimamente la tecnología está en todas partes: Ordenadores en el trabajo, en el hogar, televisiones, teléfonos, ahora también nuestros relojes; las posibilidades parecen infinitas. La inteligencia artificial que solía ser una cosa de películas de ciencia ficción y ahora el Siri (un programa de Apple que funciona como un asistente personal inteligente y como un navegante de conocimiento) nos hace cuestionar esa realidad. Pero todos ellos están limitados por algo que parece eclipsar a la tecnología – nuestro cerebro. Este órgano controla todo el pensamiento, movimiento y sensibilidad mientras calcula y reacciona a mucha velocidad. Almacena un volumen increíble de datos sin un disco duro externo: imágenes, texto y contexto. El cerebro lleva a cabo miles de funciones complejas de forma automática como la digestión, la formación y secreción de hormonas, la respiración, el flujo y filtración sanguínea. Funciona durante la noche cuando “descansamos”.

La memoria es una función que muchos de nosotros damos por sentado hasta que empieza a fallarnos. En la población envejecida estamos viendo más casos de demencia y aunque todavía no existe una cura para esta enfermedad puede ser posible reducir el riesgo de desarrollarla con un consumo de una dieta saludable.

Vitaminas del grupo B

Las vitaminas B6, B12 y ácido fólico descomponen un aminoácido llamado homocisteína. Los niveles altos de este aminoácido pueden dañar la memoria. Buenas fuentes de vitaminas del grupo B son las frutas y hortalizas frescas (especialmente la variedad de hojas verdes), los huevos, el pescado, la carne y los cereales integrales.

Omega 3

Los ácidos grasos omega 3, DHA y EPA que se encuentran principalmente en pescados grasos contribuyen a mantener la función cognitiva. La investigación ha demostrado que una adecuada ingesta de ácidos grasos omega 3 tiene un efecto favorable sobre la memoria y el estado de ánimo. Si prefieres no comer pescado, podrías intentar tomar un suplemento o aumentar la ingesta de ácido alfa-linolénico (un precursor de los ácidos grasos omega de 3 (ALA) que se encuentra en algunos frutos secos, semillas (como la chía y el lino) y aceites vegetales) que el cuerpo luego puede convertir a DHA y EPA.

Colina

Los huevos contienen colina, un compuesto que apoya el funcionamiento neurológico y cognitivo. También beneficia la transmisión de los impulsos nerviosos y ayuda a mantener la memoria y la función cerebral.

La cúrcuma (Curcuma longa)

La cúrcuma es una especia que proviene de la raíz Curcuma longa, un miembro de la familia del jengibre, Zingaberaceae. En Ayurveda (medicina tradicional india), la cúrcuma se ha usado durante muchos años para diversas cosas. La curcumina es un componente de la cúrcuma; hay una gran cantidad de estudios que investigan el posible efecto protector de la curcumina en el cerebro debido a sus propiedades anti-inflamatorias. 2, 3

Vitamina A, C y E

Estas vitaminas tienen un efecto antioxidante en el cuerpo y pueden ayudar a prevenir el daño al cerebro. La vitamina E contribuye a la función cognitiva normal y ayuda a la retención de memoria y la percepción, especialmente en los ancianos. Los aguacates son una fuente de vitamina E y son altos en ácidos grasos monoinsaturados.

Vitamina D

La deficiencia de vitamina D se ha relacionado con la demencia asi que una exposición segura a la luz solar y alimentos como los huevos, el pescado azul y alimentos fortificados también podrían ayudar.

Además de tu dieta, el ejercicio y la hidratación (2 litros de agua al día) contribuyen a una función cognitiva normal. El ejercicio no sólo tiene que ser físico, es importante hacer ejercicio con tu cerebro con puzzles y ejercicios de memoria – utiliza esos músculos.

 

Referencias:

Nita Chainani-Wu. The Journal of Alternative and Complementary Medicine. July 2004, 9(1): 161-168.

Wu J, et al. (2013) Neuroprotection by Curcumin in Ischemic Brain Injury Involves the Akt/Nrf2 Pathway. PLoS ONE 8(3): e59843

Z Yanga, et al (2014) Curcumin inhibits microglia inflammation and confers neuroprotection in intracerebral haemorrhage. 160 (1): 89–95.

P. Pludowski et al (2013) Vitamin D effects on musculoskeletal health, immunity, autoimmunity, cardiovascular disease, cancer, fertility, pregnancy, dementia and mortality—A review of recent evidence. 12 (10): 976–989

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